Mujer de Futuro: !Has escogido el mejor camino!
Permítenos hoy contarte un poco de nuestra historia:
Desde comienzos del año 1997, se empezó a levantar en la Iglesia Católica un ejército de mujeres que dijeron: ¡Ya no más pobrecitas!, ¡Ya no más víctimas!, ¡es tiempo de hacer algo que transforme nuestras vidas, nuestra familia y nuestro país!. Y fue así como nació Mujeres de Futuro, mujeres que quieren libertad verdadera, mujeres de toda condición que quieren romper con sus esclavitudes y dejarse trasformar por el único capaz de dignificar a una mujer. Por eso decimos hoy todas las mujeres de futuro: gracias Señor, porque nos has levantado, nos has devuelto nuestra dignidad y nos has salvado.
Es maravilloso escuchar mujeres diciendo: ya me siento segura, se me han quitado tantos complejos, siento que valgo como mujer y que puedo ayudar a otras mujeres, he cambiado mi genio y ya no soy tan sensible por todo, he dejado de cantaletear a mi esposo y a mis hijos... todo está cambiando a mi alrededor, mi familia es totalmente nueva, ya podemos sonreír. Y así, muchos otros testimonios de restauración de mujeres que estaban sumidas en una gran tristeza, desolación, impotencia y de un momento a otro abren su corazón para decir: Señor, ya no puedo más, te necesito, sana mis heridas, quiero cambiar, quiero ser una mujer nueva, ¡haz de mi lo que quieras!
El Padre, es un Dios de Misericordia y de poder, escucha, sana y transforma y pronto se empieza a ver que, de aquella mujer triste y amargada, brota una nueva criatura... aparecen en ella, unos ojos que brillan, un rostro resplandeciente, un corazón que sabe resistir tempestades... una mujer nueva que se dejó besar el corazón por Dios; Él le da nueva vida, nuevo vigor, nuevos sueños, y ella hoy puede levantar sus brazos y decir: ¡Gracias, estaba muerta y he resucitado¡ Podríamos preguntarnos, ¿cómo es posible que Dios, hoy, pueda transformar el corazón de tantas mujeres y hacer de ellas mujeres nuevas, en medio de tantas dificultades, de tanta violencia, de tantos conflictos de pareja, de tanta soledad y de situaciones económicas difíciles? Pues es posible, porque Él dice en su Palabra: "Mi amor, mi gracia, es todo lo que necesitas, pues mi poder se muestra mejor en los débiles" (2 Co 12, 9). Es posible porque Él hace nuevas todas las cosas (2 Co 5, 17); porque dice claramente en su Palabra: "Los lavará con agua pura, los limpiará de todas sus impurezas, los purificará del contacto con sus ídolos; pondrá en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo" (Ez 36, 25-26). También lo puede hacer perfectamente, porque te ama profundamente, murió, dio su vida por ti, y es nuestro único salvador, nuestro amigo fiel, nuestro liberador, y a través de su Espíritu Santo, empieza a moldearnos como arcilla en manos del alfarero (Cfr. Jr 18), porque las mujeres somos una perla preciosa entre sus manos y cada una de nosotras está llamada a hacer que otras mujeres también sanen sus heridas, brillen y sean felices; así se irá formando una cadena interminable de bendición para muchas mujeres que, como perfume, se empiezan a extender por todas partes, fortaleciendo nuestra familia, nuestra comunidad y haciendo el bien, a lo largo y ancho de todo el país.
Ser una mujer digna, libre, valiente e íntegra, es lo que buscamos. Hoy podemos afirmar con toda la certeza, como muchas mujeres lo harían, que la gracia de la renovación en el Espíritu Santo es una de las cosas más grandes que hemos encontrado en toda nuestra vida, porque nos ha permitido afirmar nuestra identidad como hijas de Dios, nos ha permitido fortalecernos en todos los roles que desempeñamos como hijas, madres, hermanas, tías, etc. y en la misión que tenemos y sobre todo desarrollar muchos dones y carismas para el bien de la humanidad necesitada de líderes que conozcan a Jesús, lo sigan y lo hagan conocer.
Las mujeres de Futuro hemos escogido un camino de libertad, de sabiduría, de serenidad y gozo en el servicio y hoy estamos proponiéndote, que tú también seas una mujer de Futuro, una servidora del Señor, una mujer más segura de sí misma, libre y feliz.
Nota: Tomado del libro: "!Mujer naciste para ser feliz!" Isabel BotÃa Aponte
Manejo de situaciones de crisis
Como seres humanos se nos presentan inconvenientes de diferente índole en la vida, (económicos, laboral, salud, etc) y tenemos la necesidad de reconocerlos, aceptarlos y afrontarlos para solucionarlos de la mejor manera posible, buscando esa luz que ilumine nuestro camino y esa fuerza de lo alto que nos lleve de la mano para seguir adelante, rompiendo los muros que nos impiden la felicidad tan anhelada.
Es importante aprender a manejar los sentimientos y emociones, tener dominio propio de nuestra vida y de las situaciones que nos quitan la paz y la tranquilidad. Si emprendemos la salida, saldremos victoriosos de estas situaciones y recuperamos nuestra dignidad como seres humanos e hijos de Dios. La clave fundamental para recuperar la Tranquilidad y la Paz está en el diálogo, en el saber escuchar al otro, en el respeto a la individualidad, en el colocarnos en los zapatos del otro.
¿Porqué sanar viejas heridas?
¿Por qué sanar viejas heridas?
Quizás te has hecho esta pregunta con la idea que hay cosas que deben ser enterradas y olvidadas. Te cuento que yo también me la hice e inmediatamente venían a mi mente respuestas como: ya soy un adulto; todo eso lo he superado; además he estudiado y luego terminaba diciéndome: nada bueno puede traer el recordar cosas que se quieren olvidar.
Cuando abrí mi corazón para enfrentar esa parte de mi historia que me costaba recordar, descubrí que había episodios que aún me dolía recordar y que generaban en mi sentimientos de dolor, rabia, tristeza y sobre todo de rencor. Esta fue la primera parte de la respuesta a la pregunta del comienzo: si al recordar siento todo esto, vale la pena reconocer que esas viejas heridas todavía están abiertas y al estarlo, siguen haciendo daño desde lo más profundo del ser, desde el inconsciente.
La segunda parte de la respuesta surgió cuando relacioné el manejo de mis emociones, los temores, inseguridades y hasta la baja autoestima con esas viejas heridas que creía que ya no estaban afectando a un hombre mayor que pensaba que ya nada podía cambiar su forma de ser, de pensar y de actuar.
Fue sorprendente cuando al abrir el corazón a la acción de Dios para enfrentar esas viejas heridas y dar el paso de entregar a Jesús los sentimientos y expresar el arrepentimiento y el perdón, me sentí liberado de las toneladas de peso que había llevado sobre mis hombros durante muchos años. Fue como si se limpiaran los lentes empañados con los que miraba el mundo, y comencé a ver nuevos colores, nuevos paisajes. Ahora todo brilla y han podido brotar de mi sentimientos de alegría, ternura y gratitud que antes mantenía reprimidos.
Si, vale la pena que te des la oportunidad de que por la acción grande y maravillosa del Espíritu Santo, se sanen esas viejas heridas de tu historia personal.
Cómo sanar heridas emocionales
Cómo sanar heridas emocionales
Es importante hacer un alto en cualquier momento de nuestra vida, con el fin de mirarnos al interior de cada uno de nosotros y reflexionar sobre algunas reacciones, comportamientos o actitudes que tenemos y que no son las más adecuadas, porque me afectan y lastiman a las personas que están viviendo y compartiendo conmigo y son las que más amo. Por lo tanto se hace necesario que busquemos una sana convivencia, una buena armonía, mejorar las relaciones personales en mi entorno, conseguir la paz, la felicidad y evitar las enfermedades en mi vida.
Al identificar los momentos específicos y situaciones concretas que me llevan a reaccionar de esa manera no adecuada, estoy identificando las heridas que tengo y que me están haciendo daño, que han sido ocasionadas en alguna de las etapas de mi vida, que deben ser sanadas y es el momento de iniciar a trabajar estando muy vigilante y pendiente para superar y evitar volver a caer en lo mismo, esto lo podemos ir logrando con la ayuda de Dios a través de la oración y del perdón.